Diario de una cita corriente

La dulce y nerviosa espera de una cita que por fin llegó. Miras el reloj, los minutos pasan lentos. Vuelves a mirar el reloj, más lento aún. Te subes por las paredes. Tu madre te pregunta que te pasa. Tu la contestas con evasivas.. llamas a una amiga, te vas a dar un paseo, necesitas oxígeno. ¿Y si es el hombre de tu vida? ¿Y si solo será una noche? , no lo sabes pero da igual. La piel se te ha puesto de gallina.
Suena el móvil, rezas para que no sea él cancelando la cita. Miras el mensaje..
"cambio de planes! unos colegas vienen.. bla bla bla bla"
Se te arruina tu ansiada cita, ahora tendrás que aguantar a sus colegas. Por una parte le odias, por otra te alegras porque tus nervios se calman como las aguas bravas cuando entran en un río.
No te puedes quedar parada, decides llamar a tus amigas. Tienen planes. Las intentas convencer. Las prometes todo el oro del mundo. Las chantajeas diciendo que tu mundo psicológico se va a desmoronar.. todo el orgullo se fue por el desagüe. La seguridad de la que presumías se te acaba de escapar por la puerta como un tornado. Tus amigas son buenas personas, acceden. Multi party en camino!!
Llega la hora. Llevas puesto un vestido de escándalo. No te convence. No quieres que piense que te vestiste simplemente para dejarle sin palabras. Le odias otra vez. Te cabreas. Te cambias. Te pones otro. Algo más discreto pero sin dejar de ser deslumbrante. Respiras hondo. Te quedan los zapatos. Justamente ninguno de los que tienes te pega perfectamente con el vestido que llevas puesto. ¿El bolso? pasa lo mismo.. Respiras hondo otra vez. Vas al encuentro de tus amigas.
Entras en la discoteca. Una pequeñita. Tampoco demasiado lujosa. Allí está. En la barra. Con la típica pose de  "aquí estoy yo nenas!". Le miras con cara de .. ¿qué haces?. Te haces la dura.. tampoco te dura mucho, después de la primera copa se te pasó el efecto. Te vuelves simpática. Te acercas. Las manos te sudan. Sientes otra perla de sudor que recorre el cuello. Empezáis a bailar. Primero un baile. Después otro. Y luego otro más. Ves como sus pupilas se dilatan. Tu respiración se vuelve más rápida. En sus ojos hay deseo. Miras a tu alrededor. Buscáis una salida de emergencia. Te pierdes en la oscuridad de la noche. Dijiste que no lo harías.. pero pasas de todo. Disfrutas del momento. La noche te envuelve. Mañana pensarás en las consecuencias. Sientes el calor de la noche en tu garganta...