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sábado, 30 de junio de 2012

No... cuando quiere decir si!!

Reglas sociales... Normas personales.. Creencias...  eso es lo que nos enseñan y hacen creer.. ¿acaso está mal actuar de manera impulsiva? ¿por qué está mal visto seguir el instinto? 
Sí le ves enfrente.. miras al suelo.. ¿por qué no deberías correr y lanzarte al cuello? son aquellos perjuicios los que te persiguen..  la vida son dos días, y uno de ellos se duerme.. ¿no es más fácil olvidarse de vez en cuando de todas las reglas sociales y lanzarse hacia el vacío de las emociones y los sentimientos sin sentido?
Dices no... y quieres decir que sí... lo piensas mucho.. miras al suelo..  vuelves a decir que no.. el coche se pone en marcha y asoma la duda.. el coche se aleja.. y es cuando gritas sí al vacío.. ¿sirve de algo? no... 


lunes, 4 de junio de 2012

En la médula de mis pensamientos estas... Carta de Sigmund Freud


De Sigmund Freud a Martha Bernays (Fragmentos de cartas)



Allí había yo sido muy tímido y, por tanto, había besado a mi Marty pocas veces, pues no comprendía aún del todo lo que se ha convertido ahora en la primera y más natural condición de mi vida: que he ganado para mi, de pronto, a una muchacha única e incomparable. 
Por mucho que te quieran, no renunciaré a ti por nadie, ni nadie te merece. No hay amor hacia ti que pueda compararse con el mío

.
…estamos tan íntimamente unidos, me siento tan inefablemente feliz por el hecho de tenerte, y estoy tan seguro de tu interés hacia todo lo mío, que las cosas sólo son importantes para mi cuando tú las compartes.


Perdóname, amor mío, si a menudo no te escribo en el tono y con las palabras que tú te mereces, especialmente en respuesta a tus cariñosas cartas; pero pienso en ti con tan sosegada felicidad, que me es más fácil hablarte de cosas ajenas a nosotros que respecto a nosotros mismos. (...) Estoy dispuesto a dejarme dominar completamente por mi princesa. Uno deja siempre con gusto que le subyugue la persona que ama; si hubiéramos llegado a eso, Marty…


Cuando recibo carta tuya, todo el ensueño se disipa y la vida real se introduce en mis células. Los problemas extraños quedan borrados en mi cerebro; se desvanecen las misteriosas concreciones pictóricas de las diversas enfermedades y desaparecen las teorías vacías. Hasta ahora habías compartido mi tristeza. Comparte hoy conmigo mi alegría, amada mía, y no creas que existe otra cosa sino tú en la médula de mis pensamientos.



(imagen de la joya cedida por la artista Zuzana Szokeova)